Existen una gran variedad de clavos que se utilizan en la industria de la manufactura y la construcción. Todos se utilizan esencialmente de la misma manera, con una fuerza impulsora que les permite penetrar los distintos tipos de materiales. ¡Sigue leyendo y aprende más!
¿Cómo es un clavo?
Los clavos están formados de una sola pieza, pueden ser de distintos materiales como el acero, hierro o aluminio. Su forma alargada mejora su capacidad de penetración y su resistencia les permite transmitir el impacto del martillo hacia la punta para abrirse camino en el material que se usa.
Tiene varias partes reconocibles como la punta, que puede ser cónica, angulada, obtusa o cuadrada que facilita la penetración. Cuenta con una parte alargada conocida como caña o vástago que es la encargada del agarre y mantener las piezas unidas, este puede ser liso, anillado, estriado o con espiral.
Finalmente tiene una cabeza que es la parte que recibe el impacto del martillo y traslada esa fuerza hacia adelante. Asimismo, la cabeza cumple la función de tope que detiene el clavo cuando ha penetrado en su totalidad.
¿Cuál es la función del clavo?
Los clavos son elementos de fijación metálica que ayudan a mantener en su posición distintas piezas de construcción. Cumple su función por fricción en la dirección axial y cortante fuerza lateral.
Son uno de los materiales de construcción más utilizados, su uso más habitual es la elaboración de estructuras ligeras, en especial de madera, que sean duraderas y resistentes. Su amplio uso en la construcción de mueblería, bastidores, marcos, puertas y decoraciones, es prueba de la efectividad de su sencillo diseño.
¿Cuáles son los tipos de clavos?
Los clavos son materiales que se eligen de acuerdo al uso que se les dará, así como el material y resistencia. También se debe considerar su cabeza, caña, punta y dimensiones. En cuanto a la resistencia se considera que existen de baja, media y alta.
Sin embargo, lo que más nos interesa conocer son los tipos principales de clavos. Estos son los que más se solicitan en una ferretería o tlapalería, razón por la que hay una combinación de clasificaciones por forma y uso.
Clavos de cabeza plana
Son los clavos más utilizados en la carpintería, sirven para crear uniones fuertes y resistentes. Además, son relativamente más sencillos de retirar cuando sea necesario con una simple fuerza de palanca usando el martillo, son los que se usan cuando la lámina traslúcida de policarbonato se instala en estructuras de madera.
De corte
Suelen ser de acero, estos clavos tienen una punta cuadrada y se utilizan para unir piezas de mampostería impidiendo que se astillen. Ofrecen una gran fuerza de agarre, por lo que son aplicados también en la restauración de muebles o en suelos de madera antigua.
Clavo de doble cabeza
Tal como su nombre lo indica, estos clavos tienen dos cabezas y por ello también se les conoce como duplex. Se utilizan para el armado temporal de estructuras de madera, pues debido a su forma son más fáciles de extraer una vez terminado el trabajo.
De punta perdida
Se utilizan para lograr acabados más estéticos, pues quedan encastrados de tal modo que la cabeza queda oculta en la madera. El único inconveniente de su aplicación es que retirarlos es bastante más difícil.
Clavos anillados
Este tipo de clavos cuenta con anillos en el vástago o caña del clavo, sentido en el que es similar a un tornillo. Su diseño mejora el agarre y resistencia para su uso tanto en madera, lámina, así como en placas de yeso.
Clavo tapicero decorativo
Se utilizan en los remates de tapicería, son muy similares a las tachuelas y pueden tener diferentes diseños. También existen los clavos de tapicería ocultos que son planos y muy lisos, para que la unión se mantenga oculta.
De vidriero
Los clavos de vidriero se pueden utilizar en cristalería, son especiales para sostener las piezas. Este tipo de clavo se produce sin cabeza para ser usado sobre maderas finas como contravidrios el enchapado de muebles.
De cabeza ancha
Son los clavos más utilizados en la construcción y se emplean en todo tipo de uniones, en especial en la instalación de tejas o lámina galvanizada. También se les conoce como clavos de fuerza o clavos para techar pues sirven para instalar lámina pintro.
Escarpia
Las escarpias, también conocidas como alcayatas, tienen un ángulo de 90° en lugar de cabeza plana. Se utilizan para sostener pesos ligeros como cuadros o relojes, se puede usar en muros de distintos materiales sin problema.
Clavo de forja decorativo
Estos clavos de hierro tienen principalmente un uso decorativo, por lo que se aplican a piezas de madera para darles un toque rústico. Muy utilizado en mobiliario así como en puertas, persianas tipo campirano y más.
Medidas de clavos
Los clavos se pueden clasificar de varias maneras según sus dimensiones como el diámetro o la longitud. También se debe considerar que el espesor del material hace posible una mayor longitud del clavo y penetración en el material.
En cuanto al diámetro, los más habituales suelen ser de 2 mm, 2.5 mm, 2.8 mm y 3 mm. Sin embargo, también existen clavos de mayores dimensiones como los de 5 mm de diámetro que permiten producir clavos muy largos.
Asimismo, las longitudes de clavos más habituales son las medidas que van desde 1” (2.5 cm) hasta las 8” (20.32 cm). Aunque parezca increíble hay clavos aún más grandes, pero se utilizan en aplicaciones especializadas.
¿Cuánto cuestan los clavos?
Los clavos son materiales de construcción bastante económicos que se compran en grandes volúmenes. Ejemplo de ello es que un paquete de 280 piezas puede costar alrededor de 170 pesos, uno de 3600 piezas ronda los 2400 pesos. Sin embargo, lo más usual es que se vendan por peso.
El precio se verá afectado por otros factores como el tipo de clavos elegido así como el material con el que son hechos, características especiales y por último la medida de los mismos, que también tiene influencia en el costo final.
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